Gaara
Gaara sería entrenado por su padre, pero fue criado por su tío materno Yashamaru quien en una ocasión le indicó a este que pensaba que la arena que lo protegía tenía en sí la voluntad de su madre.
Durante sus seis primeros años Gaara fue objeto del temor y el odio de su familia y de toda la aldea, quienes veían en él solo al monstruo sellado, pero, a la vez, sentía que su tío Yashamaru lo quería, al ser el único que cuidaba de él comprendiendo que el jinchūriki no podía controlar sus poderes.