Lisa Simpson
Asimismo, valora profundamente su integridad, pero es sumamente competitiva con un continuo afán de superarse. A pesar de su rebelión contra las normalidades sociales, generalmente es una niña edificante, constructiva y heroica; pero además suele pecar de vanidosa, egoísta, creída o arrogante.
Aún con su intelecto, Lisa ha recibido, al igual que Bart, detenciones y castigos un gran número de veces, generalmente por su actitud rebelde y antisocial, que es capaz de avergonzar profundamente a figuras de autoridad al mostrarles los errores que cometen.
A su joven edad, desarrolla una rectitud moral que cree que es apropiada para todo el mundo y la predica e inculca, no con mucho éxito entre la sociedad de escasa ética con la que convive.
Por esto, es con su madre con quien mejor conecta, aunque Marge está mucho más escarmentada y resignada que Lisa debido a su edad y larga experiencia en el mundo real.
A menudo sus ganas de jugar, holgazanear y regañar con sus hermanos o mascotas vencen su sensatez. Lisa es muy sensible, susceptible y emocional, por lo que no es raro que a veces se enfade o caiga en depresiones ante su incomprensión de la crudeza del mundo que le rodea.